miércoles, 19 de febrero de 2014

Rompamos el silencio

Los siempre acallados. Los que nunca alzan la voz. 
En esta nuestra nación, llena de contrastes desde antes, incluso, de los partidos dinásticos, pocas veces hemos oído hablar de que las masas neutras hablen. 
Comunista o fascista. Anarquista o demócrata. Monárquico o republicano. Pero... ¿qué hay de esa importante tasa de la población que pretende seguir un régimen, no sé, más... de centro? Olvidados. Tachados de insensatos. Aquí, o eres de una España o lo eres de la otra. No hay término medio, lo que me lleva a deducir que no hay un Estado común; al menos, no un Estado sentido como la unidad española.
Aristóteles, hace ya unos cuantos siglos, si no me equivoco, intentó convencer a la sociedad de que la virtud, señoras y señores, reside en el equilibrio. ¿No deberíamos buscar nosotros el nuestro?
Aquí en España estamos acostumbrados a la polaridad. 
Rompamos con el tópico. Rompamos con el silencio de los neutros.
Hagamos que los idealistas de centro hablen, pues en su voz, tal vez, resida la respuesta a una nación feliz y unida.

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